Descripción
La desigualdad social ha sido una característica permanente en toda América Latina y Colombia no ha sido la excepción. En este libro, Fernando Guillén Martínez afirma que este aspecto no solo es el resultado de factores económicos, sino también de actitudes profundamente arraigadas. Según el autor, a pesar de haber tenido transformaciones políticas, económicas, demográficas y culturales, la estructura establecida no está determinada por quién tenga los medios de producción (como lo sugiere el enfoque marxista), sino por el 'hidalguismo', aquella mentalidad elitista traída de América por los conquistadores ibéricos en su desesperada necesidad de poseer tierras, subyugar vasallos y distinguirse sobre los demás.
Esta manera de ver el mundo, en la cual quien poseía títulos nobiliarios tenía el derecho de apropiarse del territorio, y por lo tanto de explotar a sus habitantes, marcó de manera profunda la forma como se organizó económica y socialmente nuestra sociedad, creando enormes brechas que, aún en pleno siglo XXI, son identificables en nuestro país en las relaciones de poder y propiedad marcadas por el racismo, el elitismo y el clasismo como características que no se han borrado de la identidad de nuestro país.
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